[Vida a bordO]
Protección del sol
74
cuatro grupos: 0, 1, 2 y 3, aumen-
tando su eficacia cuanto más alto es
el número. Las lentes del grupo 0
permiten una gran transmisión de
la radiación UV, que es la más noci-
va, mientras que filtran el resto, que
no lo es tanto. Además, al tener una
baja transmisión visible —en térmi-
nos técnicos se diría transmitancia
visible— la pupila se dilata propi-
ciando que llegue más radiación UV
al ojo, multiplicando los efectos no-
civos. Este tipo de gafas son las que
se encuentran en la calle y mercadi-
llos, sin marcas ni garantías, pero
con formas y colores llamativos.
Las lentes del grupo 1 son aquellas
que transmiten poca radiación UV,
siendo adecuadas para su uso en con-
diciones de poca exposición a la luz
solar intensa. Las lentes del grupo 2
no transmiten radiación UV y su uso
es recomendable cuando hay bastan-
te exposición a la radiación solar. Por
último, las lentes del grupo 3 filtran
toda la luz UV y, además, la luz ener-
gética visible: violeta y azul, siendo
las más adecuadas para su empleo en
condiciones de gran insolación y con
un alto contenido de luz azul, como
en la nieve o las actividades náuticas.
Los niveles de radiación no sólo
dependen de las condiciones clima-
tológicas o del día del año, ángulo
del sol con respecto a la tierra, pre-
sión atmosférica o presencia de ozo-
no, sino también del albeldo, que es
la capacidad del suelo para absorber
la energía solar. De ahí la importan-
cia del tipo de superficie que nos
rodea, como son la nieve, la super-
ficie del mar, la arena de la playa o
los paisajes áridos, que aumentan el
peligro.
Todo ello significa que la adquisi-
La superficie
del agua es
claramente
reflectante de
los rayos so-
lares y obliga
a aumentar
el factor de
protección o a
disminuir los
tiempos de
exposición.
El color blanco
de muchas
tapicerías re-
bota una parte
de los rayos
solares.
Después del
baño o la
ducha hay que
volver a utilizar
cremas protec-
toras.
Los niveles de radiación no sólo dependen de
las condiciones climatológicas o del día del año,
sino también del entorno.
ción de unas gafas de sol debe efec-
tuarse con la misma atención con la
que adquiriríamos unas gafas gra-
duadas.
También hay que tener en cuenta
la protección adicional frente a otros
factores externos, distintos a la luz
solar, como pueden ser los rociones o
salpicaduras durante la navegación,
así como pequeñas motas o insectos
que puedan estar presentes en el aire.
El uso de las gafas no implica una
protección definitiva. También es
muy recomendable el uso de gorros
o sombreros que protejan no solo la
cabeza frente al calor, sino la llega-
da de los rayos solares a los ojos, aun
llevando gafas protectoras. El uso de
colirios de forma sistemática puede
estar muy indicado para hidratar los
ojos.
Protección de la piel
La piel está sujeta a los mismos peli-
gros que los ojos, si bien la mayoría
de las personas es más consciente de
los peligros de una larga exposición
solar cuando se habla de la piel que
no de los ojos, pues los efectos son
más evidentes, en forma de broncea-
do o de enrojecimiento. En el fon-
do, el bronceado no es más que la
manifestación de un mecanismo de
protección del organismo, pero este
mecanismo no tiene tiempo de pro-
ducirse si la exposición solar es de-
masiado intensa y continuada. Para
que el mecanismo actúe se requiere
iniciar el proceso con exposiciones
suaves y cortas, por este motivo la
primavera es el mejor momento para
iniciar los baños de sol de la tempo-
rada, con exposiciones breves evitan-
do los horarios de mayor intensidad,
sobre todo en torno al mediodía.
Las normas elementales de protec-
ción pasan por la utilización de som-
breros, gorras, camisas de manga
larga y pantalones largos, sobre todo
en aquellas personas que poseen una
piel delicada. En las zonas expuestas
de forma constante, como la cara o
las manos, debe usarse un fotopro-
tector, también en los días nublados.
Las protecciones solares de playa
deben aplicarse de forma frecuen-
te, cada dos horas como mínimo,
utilizando factores multiplicadores
elevados y repitiendo la aplicación
después del baño o la ducha.
Existen algunos medicamentos
que multiplican la fotosensibilidad
de las personas que los toman. Por
último, una media fundamental es la
correcta hidratación no ya de la piel,
sino de todo el organismo, bebiendo
un mínimo de dos litros de agua al
día.
1...,64,65,66,67,68,69,70,71,72,73 75,76,77,78,79,80,81,82,83,84,...146