[OCÉANOS]
Volvo Ocean Race
El
One Planet,
One Ocean
es un Owen-
Clarke del
año 2000.
Con el
Chemi-
nées Pujolat
son cuatro los
Farr presen-
tes en esta
edición.
Esta norma también tiene por objeto impedir
que los participantes naveguen en el Gran Sur bien
entrado el otoño austral, como sucedió en 2011.
APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD
Y LA CIENCIA
Por otra parte, la 3ª Barcelona World Race refuerza
su apuesta por la sostenibilidad. A la obligatorie-
dad de llevar un hidrogenerador u otro sistema de
energía alternativa renovable, se añade la colabora-
ción con la investigación oceanográfica de diversas
formas: los participantes lanzarán una baliza Argos
entre el cabo de Buena Esperanza y las islas Ker-
guelen para tomar diversas mediciones del agua
hasta 2.000 metros de profundidad, y realizarán fo-
tografías para el análisis óptico de la transparencia,
el color y la superficie del mar y determinar así su
calidad y efectos sobre el plancton. Esos proyectos
científicos están coordinados por la Conferencia
Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
(COI-UNESCO).
Otros dos barcos llevarán a cabo una colabora-
ción aún más estrecha con el mundo científico. El
español
One Planet One Ocean
realizará medi-
ciones de salinidad y microplásticos, de acuerdo
también con el convenio de cooperación entre la
FNOB y la COI-UNESCO. Y el
Cheminées Pou-
joulat
proseguirá su cooperación con Oceanó-
polis, un parque oceánico radicado en Brest, el
puerto de bandera del suizo Bernard Stamm.
FIN DE UNA ERA
Esta tercera BWR tiene, además, aires de
fin de una era: esta será la última vuelta al
mundo de imocas sin foils. Todos los bar-
cos que ya están en construcción de cara a
la próxima Vendée Globe -y que ya corre-
rán las regatas del próximo año- incor-
porarán sistemas en sus apéndices que
permitan ‘levantar’ el casco. No vere-
mos -al menos, no se espera- imocas
volando, como si se tratara de cata-
maranes de la Copa América, pero
cualquier sistema que disminuya
sustancialmente el volumen de
casco sumergido y, por tanto,
la resistencia hidrodinámica
marcará importantes dife-
rencias de velocidad con los
barcos que conocemos.
©
A. Farré
©
M. Perelló