OCÉANOS
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E
ste invierno las Canarias han ampliado su oferta de
transatlánticas en regata o en travesías organizadas. A
la ya clásica Atlantic Rally for Cruisers - ARC, que cubre el
recorrido Las Palmas-Santa Lucía, se han añadido la RORC
Transatlantic Race, de Puerto Calero a Granada, y la Pane-
rai Transat Classique, entre Marina Lanzarote y Martinica.
Sin duda la ARC sigue siendo la más masiva y popular de
todas las transatlánticas, con más de 150 barcos en la línea
de salida; y también es la que más beneficio económico
aporta a las Canarias: se calcula que cada barco se gasta
más de 11.000 euros en las islas, lo que supone una media
de más de 300 euros por tripulante. Este año han zarpado
de Las Palmas 176 barcos, con 1.020 tripulantes a bordo.
Mucho menos masivas, pero seguramente con más
gasto per cápita, son las dos estrenadas este año desde
Lanzarote. No se trata en estos casos de rallies, sino de
transatlánticas puramente competitivas, con tripulaciones
predominantemente amateurs, eso sí.
Se da la circunstancia de que este año el mal tiempo ha
forzado a los distintos organizadores a aplazar la salida
tanto de la ARC como de la RORC Transatlantic Race.
Dos nuevas transatlánticas desde
Canarias se suman a la ARC
Regatas de altura
La regata
para clásicos
Panerai se ha
incorporado
este año a
los cruces
atlánticos en
competición.
E
l australiano
Wild Oats XI
se adjudicó la vic-
toria en tiempo real de la Sydney-Hobart por
octava vez, convirtiéndose así en el barco que
más veces ha ganado esta clásica regata oceánica. Cabe
señalar que el navegante del vencedor era el catalán
Joan Vila, encargado de contrarrestar con su elección
de rutas la mayor velocidad con vientos medios y fuer-
tes del novísimo
Comanche
, que dejó a todo el mundo
boquiabierto en la salida por la facilidad con la que
dejó atrás a toda la flota. De hecho, la prueba se decidió
cuando el viento cayó en el segundo día y el
Wild Oats
XI
, construido hace 11 años, sacó a relucir la ventaja
de su menor manga y menor superficie mojada para
recuperar la ventaja de su oponente y colocarse 40 mi-
llas por delante. En las últimas horas, y con la llegada
de viento más fuerte del norte,
Comanche
(con Jim
Spithill a la caña) recortó esta ventaja hasta apenas 10
millas, pero no pudo superar el barco de la familia Oat-
ley, conocidos también por haber renunciado hace unos
meses a su desafío a la Copa América.
K.C.
Sydney-Hobart
Octava victoria
del
Wild Oats XI
Wild Oats XI,
con Joan Vila
como nave-
gante, logró
su octava
vistoria en la
prueba más
prestigiosa de
Australia.
Comanche
, construido por el
multimillonario tejano co-funda-
dor de Netscape Jim Clark para
esta ocasión, no pudo con la
experiencia de la familia Oatley.
©
Carlo Borlenghi
©
JamesMitchell
©
Carlo Borlenghi