[Prueba vela]
Dufour 36 Performance
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es de inyección, y elimina el peso y el
coste del contramolde. El mástil y el
acastillaje, finalmente, son corrientes
aunque adecuados a la maniobra de
regatas.
Reconforta ver que un velero así
planteado puede dar satisfacciones a
su tripulación. Nuestra experiencia,
que no incluye regatas y por tanto só-
lo puede ser subjetiva, nos dejó con-
tentos en cuanto a sensibilidad del
timón, capacidad de aceleración, vira-
das, ángulo de ceñida y capacidad pa-
ra acercar su velocidad a la del viento
real. Con una estabilidad inicial algo
escasa, el velero se calaba en su pan-
toque y reducía su superficie mojada
para sentirse cómodo en una brisa es-
casa. Nos pareció que con viento iba a
necesitar gente en la banda.
Repitamos que las condiciones de
la prueba en La Spezia sólo permitie-
ron contrastar la capacidad del diseño
en vientos flojos. Nuestro juicio sobre
la estabilidad surge exclusivamente
de los números, que dan un porcen-
taje de lastre reducido, mientras nos
es imposible hablar de su docilidad o
dificultad en vientos más vigorosos.
Placer y ergonomía
Lo que quedó claro era el placer que
producía navegar en él, gracias no so-
lo a su carena equilibrada sino tam-
bién al excelente diseño de su bañera.
Los puestos de timonel eran cómodos
y, con sus bases de bitácora inclinadas,
permitían incluso gobernar a horcaja-
das desde la banda.
La barra de escota amplia, el portón
de popa en su versión de media altura,
el baquestay con pata de gallo que ser-
vía de apoyo al timonel; la ubicación
de las mordazas junto al puesto del
trimer de mayor, y las brazolas semi
elevadas donde reposaban los winches
funcionaban a la perfección.
Los bancos largos pueden reducir-
se, pues una porción está formada por
un cajón de estratificado que se des-
embarca.
Fuera del recinto de bañera, destaca
una regala de madera situada dentro
de la línea de candeleros, que permi-
tirá sentarse haciendo banda sin notar
su engorro bajo los muslos. Los cade-
notes exteriores combinan con el raíl
para génova sin recubrimiento. El
mástil es pasante y tiene una buena
organización de cáncamos y poleas en
su base.
Nos desconcertó la amplitud de la
caseta, que apenas se estrecha al lle-
gar al rasel de proa y crea un punto
un poco angosto en el corredor, pero
enseguida vimos que no daba eso di-
ficultades de paso y en cambio mejo-
raba la estética general. También pro-
porciona mayor amplitud al interior.
Aunque eso cree dificultades a la hora
de manejar el tangón, serán pocas las
tripulaciones que opten por él tenien-
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Dufour logra ofrecer un barco de regata que no
penaliza el bolsillo ni tortura a la familia cuando se usa
como crucero de vacaciones.
3.
Dos secciones
bien diferenciadas
en la bañera,
que está
estupendamente
planificada con su
barra de escota
en el suelo y sus
cuñas para pies.
4.
La caseta es
amplia, quizás
demasiado, pero
gracias a las
escotillas rasantes
y el falso tejadillo
queda limpia
para tomar el
sol. El acceso a
la cabullería es
completo.
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