[Prueba vela]
Bavaria Cruiser 46
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los guardamares actuales por otros
de mayor altura y la colocación de
otra nevera. También aquí el diseño
piensa en el crucerista, ya que la co-
cina se dota de una superficie extra a
popa destina a electrodomésticos co-
mo la cafetera exprés, otro elemento
cada día más frecuente a bordo.
El plan es de doble panelado, uno
continuo y el otro encima, lo que da
rigidez y evita los típicos crujidos.
Habitabilidad y
flexibilidad
La versión que probamos es la de tres
cabinas y tres baños, pero existe la
versión cuatro cabinas, en la que el
astillero ofrece la segunda de las in-
novaciones que merecen ser desta-
cadas: el concepto Flex-Shot —que
podríamos traducir por mamparo
de quita y pon—, que permite con-
vertir la cabina de proa en dos cabi-
nas independientes separándolas en
cuestión de minutos mediante un
mamparo móvil central que se mon-
ta y desmonta con la ayuda de una
sola llave. Como en el modelo de tres
cabinas, el baño queda en la banda
de estribor y la ducha en la de estri-
bor, pero en este caso ambos son de
que repercute muy positivamente
en una ganancia de espacio y en una
mejora de la funcionalidad del salón:
la ausencia de mesa de cartas.
La total desaparición de la mesa de
cartas implica un verdadero cambio
en el concepto que tenemos de na-
vegar, al tiempo que se adapta a los
nuevos hábitos tecnológicos de los
usuarios. Su función la cumple per-
fectamente la mesa del salón, cuya
superficie se transforma en dos gran-
des pupitres enfrentados con tapa
elevable y bisagra central, a la ma-
nera de las antiguas mesas de cartas.
Aunque no hay ploter interior, da-
do que la mesa de la bañera ya in-
cluye el sitio para integrarlo, sí que
existe el espacio en el panel lateral
para que quien lo desee pueda insta-
lar uno. Con esta opción, el astillero
entra de lleno, y sin ambages, en el
uso de las nuevas tecnologías WiFi
y Bluetooth a bordo para transmitir
los datos del ploter de cubierta a un
equipo interior que puede ser una ta-
bleta o un ordenador, de manera que
ya no es necesario que el armador in-
vierta en un sistema doble de panta-
llas de navegación.
En consecuencia, y como beneficio
añadido al ahorro en precio e instala-
ciones, el salón se hace más grande y
permite disponer de un sofá de popa
extensible que permite que una per-
sona más se siente en la mesa, y que
es a la vez utilizable como tumbona.
Al lado, en el mamparo del baño, un
revistero con repisa permite guardar
tanto libros como cartas de navega-
ción.
El espacio central dispone de un
mueble central exento con banqueta
plegable que hace las veces de arma-
rio de estiba, pasaplatos con guarda-
mares y de asiento. En el modelo que
probamos, dicha banqueta resultaba
demasiado estrecha, por lo que en
sucesivas unidades se moverá ocho
centímetros de manera que el asien-
to resulte más grande y cómodo.
Hay detalles interesantes, como
el revistero de cristal acrílico situa-
do en el mamparo del baño de po-
pa, junto al asiento extra extensible,
con repisa superior para objetos pe-
queños como gafas o móviles y ar-
mario debajo para objetos mayores
tipo prismáticos o herramientas de
uso habitual.
La cocina se ha situado longitudi-
nalmente a babor y pese a ser grande
y disponer de numerosas superficies
de trabajo y de estiba, adolecía en la
unidad de probada de algunos defec-
tos que se corregirán. Entre ellos la
colocación de una ventana más inte-
grada en la cocina, la sustitución de
2.
Los dos
pedestales
inclinados dejan
un gran espacio
de paso y las
banquetas en L
ofrecen un plus de
comodidad.
3.
Una escotilla
enrasada da
acceso al pañol de
velas del triángulo
de proa.
4.
La cocina
longitudinal se
amplia en popa
gracias a la
superficie en L
añadida.
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