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o cabe duda que los
aficionados a las semi-
rrígidas poseen una
fidelidad incontestable
a este tipo de embarcaciones. Para
responder a la demanda de sus clien-
tes, Capelli ha puesto en el mercado
este modelo de 13 metros de eslora,
que significa un salto muy impor-
tante sobre su mayor modelo prece-
dente, de 10 metros de eslora. El sal-
to requirió pasar de una cabina con
capacidad para dos huéspedes a una
cabina para cuatro, con todo lo que
Capelli Tempest 44’
El topede lagama
PRUEBA MOTOR
Trece metros de eslora dan para mucho, sea cual sea la tipología del barco. En este caso se han combinado con éxito las
características de navegación propias de toda gran semirrígida con una cabina habitable para cuatro personas.
esto significa en cuanto a espacio y
equipamiento, a poco que se quieran
pasar un par de días a bordo. El re-
sultado es un barco que compite con
éxito con las grandes semirrígidas
del mercado actual y que, además,
resulta espectacular con los tres mo-
tores Suzuki de 300 Hp colgados en
la popa.
Este astillero italiano construye
dos gamas de embarcaciones bien
diferenciadas, siempre con propul-
sión fueraborda. Una la componen
lanchas de fibra, mayoritariamente
en tipologías de consola central y
walkaround, de hasta 9,5 metros
de eslora. La otra está integrada por
embarcaciones semirrígidas, cons-
truidas siempre en neopreno-hypa-
lón, en cuyo caso esta 44’ es la ma-
yor. Y no solo entre las semirrígidas
sino de toda la marca, lo cual indica
el interés y confianza que Capelli
deposita en esta tipología.
El tamaño de la embarcación per-
mite ofrecer numerosos extras y dis-
tintos acabados, empezando por el
soft-top de aluminio y terminando
por la electrónica al gusto, pasando
por la hélice de proa o el joystick de
maniobra.
CUBIERTA Y BAÑERA
La configuración de la cubierta de
la Tempest 44’ es la propia de los
barcos de consola central o walka-
round, pero ampliada conforme a
1.
La escalera de
baño queda vista
sobre la aleta de
babor.
2.
Un peldaño entre
la plataforma y el
solárium se utiliza
para estibar cuatro
defensas.
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M. Mallafré
