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[CRUCERO PRÁCTICO]
Texto e ilustración de Isidro Martí.
2. ¿VIVIRÁ TODO EL
AÑO O TEMPORADAS
CONCRETAS?
El primer gran problema del bar-
co es el espacio. Siento ser realista
de nuevo, pero ante la ilusión de
habitar una embarcación, hay que
pensar todos los pros, pero sobre
todo, los contras. Los barcos apenas
disponen de espacio. En caso de que
el barco sea una segunda residencia,
el problema no es grave, porque
entiendo que se dispone de espacio
extra en la vivienda habitual. En-
tonces es necesario llevar a bordo
1. LEA EL ARTÍCULO DEL
NÚMERO ANTERIOR
Si no lo ha hecho, consígalo. Bájeselo
de la red, está en la web de la revista.
Bien, en caso de que no le haya sido
posible, le resumiré brevemente que
es imprescindible tener bien pensa-
da la parte financiera de la compra,
los gastos anuales previstos, y un
plan realista sobre el programa que
se va a realizar con la embarcación y
la tripulación que le va a acompañar.
Pero ahora la cosa cambia: no vamos
a navegar, va usted a vivir a bordo
de su barco.
sólo lo imprescindible y no llenar
los espacios de trastos inútiles.
3. VIVIENDA HABITUAL
Ha roto usted, querido lector, ama-
rras con la vida sedentaria y el bar-
co pasa a ser su vivienda habitual.
Lo primero que tendrá que decidir
es dónde deja los esquís, los palos
de golf, los libros, la ropa de reser-
va, cuadros, jarrones y televisores
que no le van a caber. Es un buen
momento, como en todas las mu-
danzas, para tirar todo lo que no
nos sirve. También se lo podemos
regalar a nuestro ex o nuestra ex. Sí
es cierto, lo de vivir en el barco sue-
le ser una opción muy utilizada por
separados y separadas. No es mala
La comunidad de navegantes que viven a
bordo suele ser muy abierta. Hable con ellos.
En el artículo anterior les planteaba diez preguntas previas a la compra del barco. Era un barco para navegar. Pero ahora la
idea es que el barco sea su vivienda. Muchos han soñado con vivir en un barco. Me temo que estas diez nuevas preguntas
sean imprescindibles antes de tomar la decisión.
Mi barco es mi casa