[PRUEBA MOTOR]
Capelli Tempest 38
118
6 y 7.
La zona de
popa se puede
convertir en un
segundo solárium.
8 y 9.
La capacidad
de estiba está
asegurada por tres
grandes cofres
situados en popa.
10.
El mueble
cocina está tras el
asiento del piloto,
frente a la dinete
de popa.
11.
La parte
posterior de los
flotadores queda
cubierta por una
estructura de fibra.
12.
El hard top,
opcional, es bonito,
robusto y casi
imprescindible en
este barco.
13 y 14.
El puesto
de gobierno
cumple con las
exigencias de un
barco que navega
por encima de los
47 nudos.
De líneas contenidas y elegantes, se
refuerza con un parabrisas aerodiná-
mico, no muy alto, pero que prote-
ge eficazmente. El hard top —otro
opcional que nos parece imprescin-
dible— no es muy grande, pero su
robusta estructura, contribuye a la
imagen deportiva de esta Tempest.
Ante el volante vamos cómodos,
tanto de pie como apoyados en el
banco tipo bolster. Hay reposapiés,
y el panel —cuya inclinación se po-
dría variar para facilitar la lectura
con la incidencia de luz directa—
está presidido por una pantalla mul-
tifunción y los indicadores digitales
de ambos motores. Las palancas son
electrónicas, y la hélice de proa es
opcional. La dirección es electrohi-
dráulica, muy fina y bien ajustada.
Un puesto para ir seguros y cómo-
NAVEGACIÓN Y
CONCLUSIONES
La Tempest 38 es brutal en el me-
jor de los sentidos, es una fiera sua-
ve, muy manejable, con nervio, con
una salida en planeo espectacular (en
4,5 segundos sale del agua), y en 11
segundos más se pone por encima
de los 47 nudos. Como decimos,
además de correr, se comporta feno-
menalmente, tanto en giros cerrados
como con el gas a fondo sobre las
olas. La proa es afilada, vuela, es sua-
ve y no conoce el pantoqueo.
Está claro que la incorporación de
dos Suzuki DF350 AXX representa
un acierto, y si bien se podría afirmar
que le sobra potencia, a nosotros nos
parece que en un diseño de corte de-
portivo, los dos motores de 350 Hp
le van como un guante. No cavitan
dos por encima de los 47 nudos, en
el que no falta una guantera a la al-
tura de las rodillas, siempre útil para
dejar pequeños objetos.
INTERIORES
La cabina es bastante justa, aunque
debe ser así en una semirrígida que
no quiere elevar su solárium de proa
para concederle más volumen. No
obstante, dispone de un mueble jun-
to a la entrada, el cuadro eléctrico
del barco, y un aseo con inodoro y
lavabo independiente. La carpinte-
ría no se ha descuidado, y los tonos
claros compensan sus ajustadas me-
didas dando mayor sensación de am-
plitud. Está más que bien para este
tipo de embarcación, cuyo programa
da más importancia a la zona abierta,
obviamente.
Esta semirrígida de doce metros ofrece una importante
polivalenia de uso dada la versatilidad de su bañera.
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