Bayliner VR5 Cuddy IB y OB
[PRUEBA MOTOR]
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La Bayliner VR5 posee una carena de planeo
puro, que ofrece una respuesta suave y rápida.
14, 15 y 16.
El
puesto de gobierno
está bien diseñado
para una lancha de
este tipo. Al volante
la conducción es
cómoda y segura.
17.
La cabina es
un espacio que
siempre resulta más
útil como estiba en
este tipo de esloras.
19 y 20.
En la VR5
IB a ambos lados
de la cámara del
motor quedan
grandes cofres de
estiba.
17
14
15
18
19
16
CABINA
Las cabina, eso sí, es sencilla, básica,
tal como debe ser en una deportiva
de este tamaño. Con cofres bajo las
colchonetas de la litera en V y deba-
jo del piso de la bañera. Hemos de
confesar que en estas esloras tan li-
mitadas es más provechosa una con-
figuración con proa abierta, ya que
las cabinas al final quedan con un
gran espacio de estiba para llenar de
trastos, y la ilusión de adquirir un
barco con camarote se va difumi-
nando con el tiempo. Es así.
Una carena en V, puesto de go-
bierno deportivo y bastantes deta-
lles propios de una lancha familiar.
NAVEGACIÓN Y
CONCLUSIONES
Las prestaciones con un motor den-
trofueraborda de 200 Hp Mercury
MerCruiser 4.5 MPI y con un 115
Hp Mercury F 115 XLPT EF CT,
difieren bastante por potencia y por
velocidad.
Con el MerCruiser la sensación al
volante es la de navegar en un barco
más compacto, y con una respuesta
más inmediata. Y aunque las dos
versiones en aceleración alcanzan
el planeo en siete segundos, con el
fueraborda de 115 Hp, mucho más
ligero y menos potente, la VR5 se
comporta más ligera, alegre, dejan-
do notar especialmente la diferencia
de peso, sobre todo.
Aunque es el mismo barco, el
comportamiento es distinto, y en
este caso, tal como navegamos en un
lago, con el agua llana, nos inclina-
mos por el MerCruiser, solo 9.000
euros más caro, pero que convierte a
esta lancha en una embarcación más
completa.
La carena de la VR5 es una pura
planeadora, muy suave, con res-
puesta rápida, y al ser una eslora pe-
queña, evoluciona con inmediatez a
los giros bruscos.
Con el MerCruiser de 200 Hp, a
pesar de ser más pesado, se alcanzan
los 39,5 nudos de punta, lo que per-
mite sacar todo su jugo a esta carena
de planeo; y mantiene un crucero de
unos 26 nudos, lo que no está nada
mal. Es un modelo muy sensible al
trimado, que en esta unidad conta-
ba con el trim asistido automático
(no vale la pena en este barco), pero
con un gran comportamiento, ner-
vio y estabilidad. Por unos 9.000
euros más, nos quedamos con la
versión IB.
La versión OB con el Mercury de
115 Hp es, seguramente al volante
más alegre, pero da la sensación de
que le falta potencia. Tiene buena
salida, y con el gas a fondo llega a
los 34,5 nudos, lo que no está mal,
pero nos siguen gustando más los
150 Hp en este caso. Es una dife-
rencia de 2.000 euros más. El trim
trabaja bien, pero la posición del
motor tan alejada de la popa ofrece
una sensación diferente, y no es lo
mismo que llevar la hélice mucho
más próxima al casco. En todo caso
tiene un gran comportamiento y
el mantenimiento es más reducido
que en la versión IB.
Lancha interesante, con una bue-
na relación precio calidad en ambas
versiones, merecidamente nomina-
da al EPBY 2018, y además navega-
ble con la Licencia de Navegación.
