Revista Náutica&Yates 35 - page 115

115
OCÉANOS
pues esta era la primera vez que navegaba
con su mini en el océano.
OLFATO A BORDO DE
EL BICHO
Quien sí sabía lo que era navegar en el At-
lántico era el gaditano Pablo Torres, que
a bordo de
El Bicho II
tuvo que navegar
sin información meteorológica porque no
entendía los partes que facilitaba la orga-
nización. “Lo fiaba todo a mi olfato. Y en
las calmas de la primera etapa te come la
incertidumbre. Piensas que los otros están
volando mientras tú estás parado. Lo úni-
A
lex Pella sigue sumando triunfos
en sus travesías oceánicas. El
último, su primer puesto en la Transat
Jacques Vabre, la transatlántica entre
Le Havre (Francia) y Salvador de
Bahía (Brasil), en la clase Multi50, a
bordo del
Arkema
y en compañía de
Lalou Roucayrol, con récord incluido
(10 días, 19 horas, 14 segundos y 19
décimas). “¡Qué gustazo! Vaya regata
más dura, divertida y trabajada”,
comentó el catalán al llegar a puerto.
“Ha sido todo súper intenso. Con un
ritmo increíble. No nos hemos sacado
la ropa de agua ni para dormir. Uno
llevaba la caña, y el otro, la escota
en la mano”. Esta era la primera
ocasión que corría esta clase y quedó
sorprendido por la velocidad de
estos barcos, pero también por su
incomodidad.
Pella, que participó en esta Transat
Jacques Vabre sustituyendo a Karine
Fauconnier por lesión, recordó que
en Salvador de Bahía vivió su primera
victoria de etapa en una regata
oceánica en solitario (la Mini-Transat).
K. C.
Alex Pella gana
en Multi50
El gaditano
Pablo Torres
no descarta
volver a la
Mini con
un nuevo
proyecto.
A pesar de
colisionar
con un
pesquero,
David Alonso
logró acabar
la regata.
Transat Jacques Vabre
co que puedes hacer es mantener el régi-
men de guardias, sin desfallecer”.
En su cabeza están los planos de un
Bi-
cho III
, con mucho volumen delante, aun-
que sin copiar las proas redondas de los
diseños Raison. Solo le falta plasmarlo
en un papel, pero antes tiene que decidir
cómo lo hace, si se toma un respiro para
rehacerse económicamente o si encuentra
ayuda financiera para un nuevo proyecto.
Pilar Pasanau afrontaba su tercera Mi-
ni-Transat, en la clase prototipos como
Torres, y fue víctima de dos percances; el
primero, un problema con el spi, “que se
enredó por completo”. Cuando le queda-
ban 900 millas para llegar a Martinica, se
quedó sin pilotos automáticos y las dos úl-
timas noches se puso a la capa para poder
dormir unas horas.
También David Alonso tuvo proble-
mas al inicio de la segunda etapa, cuando
colisionó con un pesquero. “Tuve mucho
miedo. Bajé el spinnaker. Había redes en
todas partes. El spi grande estaba roto. Un
poco más tarde vi que el barco de pesca se
precipitaba hacia mí, ¡pero no pudo atra-
parme!” Pero todos los problemas se olvi-
dan al cruzar la línea de llegada: “El final
es una felicidad inmensa, tuve la sensación
de que había ganado la regata.” 
Pilar Pasanau
afrontaba
su tercera
Mini-Transat
en la clase
prototipos.
©
Jean-Louis Carli /Alea/TJV17
©
C. Breschi/Mini Transat La Boulangère
©
C. Breschi/Mini Transat La Boulangère
©
C. Breschi/Mini Transat La Boulangère
1...,105,106,107,108,109,110,111,112,113,114 116,117,118,119,120,121,122,123,124,125,...132
Powered by FlippingBook