[Prueba vela]
Outremer 5X
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las de proa y eliminaba raíles y carros
siempre incómodos. Las cajas de orza,
muy desplazadas al exterior, se hallan
a mitad de los corredores que condu-
cen hacia proa. Allí hay las habituales
tapas que esconden pañoles de velas y
pozo de fondeo. El frontal de la caseta,
en forma de ventanal vertical, va flan-
queado por dos cuñas que sirven para
trepar sobre el tejadillo.
Decoración refinada
Desde la bañera se pasa al salón sin si-
Acceso fácil
Las escalas a los cascos tienen la
pendiente adecuada y resultan
fáciles. Nótese la entrega entre
carpintería de madera y lacado
blanco.
Gobernar como los
profesionales
Un buen complemento es
el conjunto de silla, hecha a
medida, y caña de carbono que
permiten gobernar fuera de la
bañera.
Gran volumen en los cascos
La suite del armador es
palaciega, y contiene numerosos
armarios. La presencia del pozo
de deriva (a la derecha) no
incomoda.
Escoteros virtuales
Las técnicas actuales permiten
prescindir de los raíles y colocar
el punto de tiro de las escotas en
el lugar más idóneo.
Pupitre de varios usos
El tema de madera maciza en
pendiente se repite en diversos
puntos, como esta entrega
entre el banco y el pupitre de
navegación.
Rueda y maniobra
combinadas
Los puestos de gobierno se
sitúan a la salida de la bañera
y tienen junto a ellos un nido
desde el que se trabaja la
maniobra.
Cualquier vela es posible
El Outremer 5X admite en el
triángulo de proa una variedad
de configuraciones que van de la
trinqueta de viento al genaker o
el código 0.
Decoración temática
Cajones, estante, alacenas
y volúmenes juegan en la
decoración creada por Franck
Darnett. La repisa con pendiente
es un tema recurrente en todo el
interior.
FOCO EN
quiera tener que levantar el pie, tal es
la continuidad. Las puertas correderas
tienen tamaño convencional, pero se
complementan con dos ventanas enfo-
cadas hacia atrás. Gracias a ellas y al
resto de acristalamiento, los habitan-
tes de dicho salón disfrutan de 360º
de visibilidad.
Hay en catamaranes de tamaño si-
milar estancias más grandes, pero no
mejor resueltas. El especialista Frank
Darnett ha empujado los muebles has-
ta el límite de los mamparos, creando
un excelente juego con el suelo así li-
berado en el centro, y ha combinado
el blanco de las piezas lacadas con los
remates de madera, de veta horizontal
y muy elegante. También ha creado
en el cerramiento de proa un rincón
de mesa versátil en forma de C, con
uno de los bancos libre de respaldo,
que logra acoger a un gran número de
comensales sin imponerse o agobiar.
A su lado hay un pupitre que hace
las veces de despacho, mesa de nave-
gación y centro técnico. En la parte de