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[Prueba motor]
Sunseeker Portofino 40
bina de proa. La cabina de proa no es
muy larga, pero lo tiene todo, hasta
dos roperos, armarios altos, y mue-
bles laterales. Está muy aprovechada
y, sin ser espectacular, lo tiene todo.
No obstante sí es espectacular, y mu-
cho, el camarote del armador, situado
a media eslora, de costado a costado,
con dos grandes camas que, mediante
guías, se convierten en camas correde-
ras para unirse en una de matrimonio.
Fantásticas las cristaleras, grandes,
estructurales, con portillo circulares
en el centro. Todo es luz que se añade
a la casi exagerada altura. Por esto el
puesto de gobierno y el sofá de babor
arriba quedan tan elevados.Es la me-
jor pieza de los interiores. Muy boni-
ta, amplia y agradable. Es un logro en
los interiores de esta Portofino.
Interiores muy bien dimensiona-
dos, de atmósfera agradable, persona-
lizables, luminosos y con no pocos ele-
mentos de calidad, tanto en el aspecto
estético como en el técnico, con insta-
laciones que, cuando se examinan, se
entiende el porqué de una Sunseeker.
Navegación y
conclusiones
Nada mejor que probar un barco con
mar agitada. Agitada y de fondo, con
ola tendida, en un día gris y sin vien-
to, cuando uno se puede concentrar
más en negociar las olas, evitar el salto
o el improbable pantocazo. Cuando se
siente el paso de la ola cortada como el
cuchillo al rojo penetrando en un taco
de mantequilla. La Portofino 40 ofre-
ce esta sensación, tanto a un régimen
de crucero de casi 30 nudos, como a
tope, con las palancas a fondo, a 39,5
nudos (con saltos del GPS en la pan-
talla a 40). La gracia, o mejor dicho
el acierto, creemos que ha estado en
reinventar un barco nuevo incremen-
tando un poco más la potencia. De los
dos Volvo Penta de 330 Hp a los de
400 Hp va casi un abismo. Es pasar
de una punta de casi 35 nudos a una
de casi 40. ¡Perfecto para este barco de
11 toneladas! Es una sensación real-
mente excitante. Confort y seguridad
son inseparables en la Portofino.
El joystick, el sistema de trimado
automático integrado, el añadido de
una hélice de proa (innecesaria) y la
pantalla multifunción, hacen el resto,
para que la maniobra en puerto y el
atraque resulte un juego de niños.
Pero lo mejor es lanzarse a 39 nudos
viendo que la respuesta del timón es
como la de un barco de 25 pies, in-
mediata, equilibrada, con alta capaci-
dad de giro. Una gozada de deportiva
que hace olvidar que, además, hay
18.
La cabina de
proa presenta
la litera de
matrimonio
clásica, con dos
armarios roperos
y varios cajones y
armarios altos para
estiba.
19.
El gabinete de
baño, con doble
acceso, por el
salón y por la
cabina de proa,
dispone de ducha
independiente
y numerosos
detalles que
le otorgan una
imagen elegante.
20.
El espacio
principal de la
Portofino 40 es
muy amplio, y
presenta una altura
más que notable.
La luminosidad
es otro aspecto
que colabora
a la agradable
atmósfera que se
percibe en este
interior.
21.
La cocina,
junto a la entrada
se ha concebido
respetando un
equipo de serie
muy complete,
más que suficiente
para el programa
de crucero.
Sobriedad y elegancia son dos términos
que se unen a la ergonomía en este barco.
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