124
[crucero práctico]
Travesía del Atlántico
Preparación y
organización
Texto e ilustraciones de Isidro Martí.
L
a experiencia es importante,
pero la prudencia del patrón es
casi imprescindible. Patrones
cortos de experiencia pero sensatos y
prudentes llegan a su objetivo algo más
tarde, pero llegan. En la navegación de
crucero el navegante dispone de tiem-
po, tanto para preparar la travesía como
para sortear los problemas durante la
misma.
Un buen calendario
Si hemos de cruzar el Atlántico y regre-
sar a Europa, lo correcto es salir en oto-
ño, disfrutar el invierno en el Caribe y
regresar en primavera, an-
tes de la época de ciclo-
nes. Este planteamien-
to nos permitirá evitar
prisas e improvisaciones.
Además, nos obliga a estudiar la me-
teorología y oceanografía propias del re-
corrido, parte importantísima del viaje,
sobre la que nos documentaremos a la
vez que estudiamos derroteros y guías
de viaje. Lo importante es disponer de
tiempo para preparar el barco, navegar
hasta el destino y volver. Si no se puede
hacer una travesía del Atlántico el plan
se puede cambiar por una navegación
larga en el Mediterráneo.
Después de años de experiencias, al fin
se dispone del tiempo y el presupuesto
necesarios para realizar el sueño de
muchos navegantes: cruzar el océano
Atlántico con el propio barco. He aquí
algunos consejos.
Aunque
parezca lo
contrario, la
travesía del
Atlántico
propiamente
dicha no es
la parte más
complicada
del viaje.
1.
Aunque
parezca lo
contrario, la
travesía del
Atlántico
propiamente
dicha no es
la parte más
complicada del
viaje.
Parece que la travesía del Atlántico
sea la parte más complicada del viaje.
Eso nos ocurre por el efecto psicológico
que produce una navegación de muchos
días. Pero curiosamente les recuerdo que
los accidentes ocurren cerca de tierra,
las situaciones náuticas comprometidas
suelen aparecer en la recalada, o incluso
en la navegación previa hasta las Cana-
rias desde la península. Bajar el barco
con tiempo hasta Las Palmas y disfrutar
de la travesía sin tener prisas por llegar
no sólo es una filosofía, son dos buenos
seguros de viaje. Este consejo se lo da
una persona que se ha dedicado al tras-
lado de veleros desde hace más de veinte
años, casi siempre con prisas, con fechas
obligadas de salida o de llegada. Aunque
siempre exista un principio y un final,
el navegante amateur puede preparar la
travesía y realizarla con tiempo y dosi-
ficarla a su gusto, sin apurar nunca los
límites meteorológicos de final de tem-
porada.
El barco
Lo mejor es hacerlo con el barco con el
que ya se ha navegado desde hace años,
y equiparlo para la larga travesía. Cual-
quier navegante experto les desaconse-
jará preparar la travesía de su vida con
un barco nuevo sin estrenar. Ya sabemos
que hace ilusión, pero los barcos nece-
sitan hacer muchas millas para realizar
la puesta a punto, para que los podamos
conocer, y más hoy en día que están
repletos de instalaciones eléctricas, au-
tomatismos, electrónica, compresores,
potabilizadoras, generadores, pilotos au-
tomáticos y otros equipos. Un barco ya
da de por sí trabajo de mantenimiento
cuando todo funciona y está probado,
1...,114,115,116,117,118,119,120,121,122,123 125,126,127,128,129,130,131,132,133,134,...148