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Trucos
[crucero práctico]
Albert Puerto
Aumento de carga por deflexión
Vela
Acastillaje
E
l esfuerzo soportado en un arraigo
o en una polea es el resultado de
la tensión del cabo que laborea más la
deflexión que experimenta dicho cabo
al pasar por ese punto. Cada ángulo
de deflexión implica un factor que
multiplicado por el valor de la carga
da como resultado el valor total de
la carga soportada en ese punto, que
debe ser siempre inferior a la carga de
trabajo del accesorio estudiado.
Cada elemento tiene una carga de
trabajo, aquella que permite su uti-
lización sin pérdida de eficiencia, y
una carga de rotura, aquella a partir
Marcación
y demora
A
nte una larga singladura es muy
recomendable llevar montados
los cabos de rizo por los ollaos respec-
tivos. Ahora bien, una mayor izada
con los cabos de los tres rizos pasados
se convierte en una especie de fiesta
de cumpleaños cargada de serpenti-
nas colgando por la baluma de la vela.
Para minimizar ese efecto es intere-
sante montar guías entre los ollaos de
los rizos. De esta manera la vela porta-
rá mucho mejor y estará preparada por
si toca reducir trapo.
Las guías, de piola fina y resisten-
te, se dejan montadas entre dos ollaos
consecutivos. Llegado el momento, si
es conveniente reducir trapo, se em-
pezará por montar el primer rizo. Se
larga el amante del rizo y se anuda a la
guía, de la que tirará para pasar el cabo
por el ollao, y se hará firme el chicote
del rizo sobre
la botavara. Ya
se podrá to-
mar el primer
rizo. Si el viento sigue aumentando,
se repetirá la operación con el segundo
rizo, y para el tercero lo mismo. Si la
botavara no está preparada para pasar
tres rizos necesitará el cabo del primer
rizo para pasarlo por el tercero.
Una práctica bastante normal es
partir con el primer rizo montado
sobre la vela, y llevar los otros dos
rizos con guías. Con esta disposición
de maniobra, la primera reducción ya
está preparada y sólo habrá que pasar
los rizos de las siguientes fajas si se
cree conveniente. Es prudente
dejar preparado el segundo rizo
si se ha procedido a tomar el pri-
mero.
Guías para la toma de rizos
de la cual el elemento se destruye. Y
entre ellas quedan relacionadas por el
denominado factor de seguridad, que
acostumbra a ser 2. En otras pa-
labras, la carga de rotura acos-
tumbra a ser el doble de la car-
ga de trabajo.
Presten atención a la tabla
adjunta. En ella se muestra
el factor corrector de la car-
ga en función del ángulo de
deflexión. De ella resaltamos
algunos datos importantes:
Una deflexión de 90º multi-
plica por 1.41 el valor del esfuerzo
(casi un 50% de más) y una deflexión
de 180 duplica la tensión.
L
a navegación actual, to-
talmente electrónica, hace
caer en el olvido muchos de
los términos utilizados en la
navegación clásica. Unos de
los conceptos clásicos que acos-
tumbran a confundirse son
marcación y demora. La marca-
ción es la medida en grados que
separa el rumbo de la embar-
cación con la visual del punto
observado. Las marcaciones se
miden de 0º a 180º por cada
costado, siendo 0º la dirección
de la proa y 180º la dirección de
la popa. La voz utilizada es “se
observa un buque, faro, monte,
etc. a X grados por babor (o por
estribor)”.
La demora es el ángulo que
forma el norte con la visual del
objeto, es decir, es indepen-
diente del rumbo que está na-
vegando el barco. La demora va
de 0º (Norte) a 360º (otra vez
el norte, una vuelta completa).
Muy ligado al término demora
está el término demora inversa,
que no es más que la demora
opuesta del objeto visualizado
(demora inversa = demora +/-
180º). Por ejemplo, desde el
barco de observa un faro al Este
puro (090º), lo que significa
que desde el faro se observa el
barco al 270º (demora inversa),
dato imprescindible para situar
la embarcación en una carta
náutica.
Navegación
10º
0.17
20º
0.35
30º
0.52
40º
0.68
45º
0.76
50º
0.84
60º
1.00
70º
1.15
80º
1.29
90º
1.41
100º
1.53
110º
1.64
120º
1.73
130º
1.81
135º
1.84
140º
1.87
150º
1.93
160º
1.97
170º
1.99
180º
2.00
Áng. Factor