[PRUEBA VELA]
Dehler 42
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dos. No sorprende pues el desplaza-
miento ligero de esta unidad —9,10
toneladas— que sin embargo puede
aligerarse en casi 1.000 kg hasta las
8,45 toneladas que desplaza la ver-
sión regata.
El director del proyecto, Karl De-
hler, con quien navegamos en Pal-
ma de Mallorca, ponía precisamen-
te el acento en este aspecto: “Sobre
el mismo casco las modificaciones
y los cambios en el aparejo y apén-
dices, aligeran el barco haciéndolo
más veloz y realmente competitivo
en ráting”. Una opción por la que
se inclinarán sin duda los navegan-
tes más orientados a la competición
que no quieran renunciar sin em-
bargo a las ventajas de disfrutar de
un crucero largo cuando lo deseen.
CUBIERTA EFECTIVA
Con una caseta de bajo perfil flan-
queada por las escotillas abribles ha-
cia el exterior, perfectamente inte-
gradas, el Dehler 42 ofrece, además
de una gran bañera que se ensancha
hacia popa, como ya lo hiciera el 38,
una gran plataforma de acceso y de
baño, de dos metros de ancho, que se
descubre al abatir el espejo.
Son numerosos los puntos que un
propietario al que le guste afinar las
velas para sacarles el máximo parti-
do sabrá apreciar. Uno de ellos es el
carro de escota de mayor enrasado
en el plan de la bañera, frente a las
dos bitácoras inclinadas, que dejan
un buen espacio de circulación entre
las ruedas de gobierno, a cuyos pies
se encuentran dos cofres de gran ca-
pacidad. Las consolas de instrumen-
tos se sitúan a las bandas y no en los
pedestales de bitácora (que solo al-
bergan el compás) inmediatamente
detrás de las bancadas de la bañera,
perfectamente integradas en las en-
tregas de las brazolas y disponen de
buenos agarraderos de inox.
Es precisamente quien esté a la
rueda el principal beneficiario de
esta posición de las consolas ya que
puede situar la rueda entre sus pier-
nas, cómodamente sentado en la bra-
zola, al tiempo que tiene el winche
de escota de mayor a su alcance y el
cabo de posición del carro de escota
justo debajo de él, teniendo siempre
visibilidad sobre los datos de viento
y navegación.
La cubierta del Dehler está dise-
ñada para navegar y maniobrar con
comodidad y circular sin obstáculos.
La escota de mayor, como en el 38, es
a la alemana, el carro de escota de gé-
nova está entrado hacia la caseta y los
cadenotes son exteriores lo que deja
un buen paso hacia proa. El pozo de
anclas es suficiente y el enrollador de
génova, un Furlex TD 300, está bajo
cubierta, lo que facilita la maniobra
de fondeo y con el gennaker, cuyo
anclaje se sitúa en la guía de inox del
ancla. Las cornamusas son escamo-
teables, disponemos de reposapiés
que pueden situarse donde uno de-
see y el antiderrapante es efectivo sin
ser agresivo. Todos los elementos de
la cubierta son enrasados y los cabos
están reenviados escamoteados bajo
el tejadillo. También los bancos de
la bañera disponen de recesos para
apoyar los pies en la escora sentados
en las brazolas, cuya inclinación las
De construcción ligera y con
casco en formas creado
por Judel/Vrolij, la versión
estándar con quilla media
de fundición se mostró muy
ceñidor, rápido y sensible
al timón. La versión de
competición augura
sensaciones fuertes.
4.
A bordo con
Karl Dehler. La
posición al timón
es perfecta, con
el winche y la
mordaza del
carro al alcance
de la mano y una
posición sentado
que permite sujetar
la rueda entre las
piernas.
5.
El espejo de
popa se abate
mediante aparejillo
para desplegar una
plataforma que
abarca casi toda la
manga.
6.
Todos los cabos
del palo son
reenviados bajo el
tejadillo.
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©
Lars-Åke Redéen–Båtliv