navegaron en contacto durante casi la primera mitad
de la travesía entre Plymouth y Nueva York. En esta
ocasión, la presencia de un anticiclón obligó a buena
parte de la flota a bajar en latitud antes de poder girar
al oeste. Los Ultimes bajaron más al sur de las Azo-
res para rodear las altas presiones que les cerraban el
camino hacia el Nuevo Mundo. Esta larguísima ruta,
que añadió unas 1.600 millas a la ortodrómica, fue el
motivo de que Gabart no pudiera batir el récord de la
prueba por tan solo 25 minutos.
El triunfador (que desde hace cuatro años cuenta sus
regatas oceánicas por victorias, incluida la Vendée Glo-
be) reconoció su agotamiento tras cruzar la línea de
llegada: “Ha sido un gran reto. En estos barcos debería
V
er gigantescos trimaranes de más de 30 me-
tros, tripulados por una sola persona, cruzar
el Atlántico en regata a más de 23 nudos de
promedio es el aperitivo de lo que nos reserva esta nue-
va clase de Ultimes, que ya sueña con una regata de
vuelta al mundo sin escalas. ¡Uf!
La reaparición de The Transat tras el paréntesis de
hace cuatro años ha permitido un gran enfrentamiento
entre François Gabart (
Macif
) y Thomas Coville (
Sode-
bo
), un enfrentamiento que probablemente se repetirá
a lo largo de los próximos años. El primero, a bor-
do de una máquina más moderna y ligera, se llevó el
gato al agua (al igual que en la Transat Jacques Vabre
del pasado otoño, en la modalidad a dos), pero los dos
Macif,
patroneado
por François
Gabart,
ganador en
clase Ultimes.
©
J.M. Liot/DPPI
[NAVEGACIÓN DE ALTURA DE CRUCERO Y DEPORTIVA, TECNOLOGÍA Y MEDIO MARINO]
[ Sumario ]
The Transat
Al habla con Dídac
Costa
Regata Ophiusa
La Ruta de la Sal
OCÉANOS
Kiku Cusí
Los Ultimes, el último invento de la vela oceánica francesa en solitario, han protagonizado el gran espectáculo de The Transat, con
permiso de los Imoca, que dilucidaban si los diseños con foils ya están en disposición de superar los diseños de orzas rectas.
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UItimes,
el último espectáculo
The Transat
