[NAVEGACIÓN]
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La primera cala que
visitamos es Sa Calobra,
una cala marcada por el
“morro de la vaca” en su entrada.
Mirando desde el mar la dejaremos
a babor. Nos sorprende siempre el
contraste de la altura de las montañas
verticales que rodean el agua hasta la
pequeña playa de piedra fina que nos
lleva hasta el Torrent de Pareis.
La actividad típica de esta cala
es desembarcar a nado en la playa,
llevando el calzado apropiado para
recorrer el túnel entre rocas que nos
lleva al otro lado de la cala, y donde
podemos pararnos para hacer fotos
y disfrutar de una zona de saltos a
aguas profundas.
Por la noche podemos ver la
“salida de las cinco lunas”, efecto
producido por la luna que aparece y
desaparece hasta cinco veces entre
las colinas de las montañas que nos
rodean en el fondeo.
A destacar:
El contraste del mar
con la altura de las montañas.
Fondeo:
Cerca de la “mini-playa”,
sobre arena y alga, con 8-10 metros
de fondo. No hay que acercarse a
las rocas. Si nos alejamos hacia el
centro tendremos fondos de más
de 15 metros, algo incómodo para
embarcaciones más pequeñas.
Vientos:
Debido a la altura de las
montañas, el viento predominante
durante el día entra directamente
por la bocana del mar, por lo que el
borneo no es completo.
Después de pasar la
noche en Sa Calobra,
madrugamos para recorrer
14 millas hacia el noreste, hasta cala
Sant Vicenç. Este lugar tiene una de
las aguas más transparentes de la
isla. Está separada por un pequeño
saliente. Se puede fondear en los
dos lados.
En el saliente tenemos también unos
saltos que nos permitirán tener a los
niños distraídos
durante horas.
Y por la noche
podemos ir a cenar un
buen pescado en un restaurante
que está casi a pie de playa. Muy
recomendable.
A destacar:
El agua transparente
sobre arena blanca.
Fondeo:
En la cala que cae a
estribor, sobre arena y fondo de
cuatro a ocho metros con espacio
para bastantes barcos, aunque
tengamos que alejarnos de la playa.
Peligros:
No debemos acercarnos
mucho a la playa ya que el fondo
decrece muy rápidamente.
Volvemos a madrugar
y continuamos hacia
Formentor, a 27 millas,
está vez más lejos. La visita a
Formentor es obligada, por el paisaje
e historia que posee esta insólita
zona. Aquí necesitamos amarrarnos
a una boya, no podemos echar el
ancla, y son de pago, aunque si
llegamos pronto y nos damos un
paseo por la playa podemos dejar
la boya y fondear en la siguiente
parada.
A destacar:
El paisaje verde que se
divisa desde el fondeo.
Fondeo:
En boya. No podemos
echar el ancla.
Tenemos que
buscar boyas libres
correspondientes a nuestra
eslora.
A 2,4 millas hacia
Pollensa tenemos la
punta de l’Avançada,
donde podemos fondear libremente y
protegidos de los vientos de la bahía
por una pequeña ladera que avanza
hacia el centro de la bahía.
Podemos llegar con el auxiliar a
la playa, pasando la base militar de
hidroaviones. Llegar al puerto de
Pollensa con la auxiliar queda más
lejos, excepto si tenemos una buena
motorización.
A destacar:
La protección de los
vientos que nos da la punta.
3.
Con frecuencia
los delfines nos
acompañarán en
nuestra singladura.
Sa Calobra
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3
4
Sant Vicenç
Formentor
Punta de
l’Avançada
3
